Las tarjetas bancarias son uno de los grandes inventos del siglo XX. Pensadas para poder realizar pagos de manera segura y cómoda sin tener que disponer de efectivo, han revolucionado la forma de comprar de los consumidores.
¿Sabes cuál es tu tarjeta de crédito y cuáles son todas las ventajas de las que te permite disfrutar? Muchas tarjetas se ofrecen a los clientes de entidades financieras o bancarias como parte de la contratación de una cuenta, la domiciliación de determinados pagos o al firmar una hipoteca.
La tarjeta bancaria pasa a formar parte de nuestro día a día sin que reparemos en la red a la que pertenece o las ventajas asociadas a su uso. Actualmente existen tantos tipos de tarjetas para pagar, sacar dinero del cajero, hacer compras online, depositar o pagar a plazos, que es difícil saber cuál es la que más nos conviene. Además, en los últimos años han creado sus propias pasarelas de pago seguras y mejorado los recursos para evitar fraudes utilizando las últimas tecnologías disponibles:
- Tarjetas bancarias de crédito y débito, asociadas a una cuenta bancaria
- Tarjetas monedero o prepago, recargables y para las que no necesitas ser el titular de una cuenta bancaria
- Tarjetas virtuales, que prescinden del plástico rectangular y son de un solo uso, especialmente pensadas para pagos online o transacciones no presenciales.
- Tarjetas revolving o de pago aplazado
- Tarjetas comerciales o fidelidad, con ventajas adicionales por comprar en el comercio emisor.
En los siguientes párrafos analizaremos los diferentes tipos de tarjetas que existen, desde la tarjeta bancaria tradicional de crédito o débito a las revolving, recargables y de fidelización. Compararemos las diferentes marcas de tarjetas más populares, analizando qué distingue unas de otras, ayudándote a familiarizarte con algunos de los conceptos básicos que rigen su funcionamiento.
También veremos cuáles son las principales ventajas de pagar con tarjeta, qué debes hacer para no llevarte sorpresas y cuáles son las alternativas actuales a la tarjeta bancaria clásica. Explicaremos qué es una tarjeta de crédito y por qué es un producto financiero diferente de la tarjeta de débito.
Conseguir una tarjeta de crédito, y más aún una tarjeta de débito, es fácil si pasas la evaluación de solvencia de una entidad financiera. Además, debes cumplir otros requisitos como ser mayor de edad, contar con una cuenta bancaria a tu nombre y demostrar tu capacidad económica para hacer frente a los pagos e intereses.
Si estás pensando en contratar una tarjeta con tu banco u otra empresa, es importante que te informes de antemano para saber en qué debes poner tu atención a la hora de comparar tarjetas:
- Comisiones
- Límites
- Intereses
- Opciones de flexibilización en los pagos
- Otros servicios adicionales y prestaciones extra
Resolveremos algunas de las dudas más frecuentes sobre tarjetas, cómo funcionan y cómo puedes sacarles el máximo rendimiento. Y por último, nos centraremos en todos los detalles imprescindibles a la hora de manejar tus tarjetas con solvencia.
Comparar tarjetas bancarias
Comparar tarjetas puede resultar una labor tediosa, pero no te llevará demasiado tiempo si sabes en qué debes fijarte. Dedica unos minutos a comparar los tipos de tarjetas disponibles y ahorrarás disgustos, posibles cargos adicionales y problemas en el futuro.
El primer paso a la hora de comparar tarjetas debe centrarse en elegir uno de los diferentes tipos de tarjetas del mercado. Esto puede reducirse a dos preguntas:
- ¿Para qué vas a usar la tarjeta?
- ¿Necesitas una o varias tarjetas?
En principio una sola tarjeta debería ser necesaria, pero si vas a viajar o tu negocio depende de las compras con tarjeta, es probable que prefieras separar tus gastos personales y profesionales, o quieras contar con una segunda tarjeta en caso de que la primera te dé problemas.
El siguiente paso en la comparación de tarjetas está en decidir entre:
- Tarjeta prepago. La única opción disponible para quienes no tienen una cuenta bancaria a su nombre (puedes ser titular o cotitular de la misma).
- Tarjeta de débito. Si vas a utilizar tu tarjeta para las compras básicas y quieres tener el control sobre tu presupuesto, sin gastar más de lo que tienes.
- Tarjeta de crédito. En este punto debes decidir si la tarjeta hará los cargos directamente (de inmediato sobre el saldo disponible) o aplazados.
Las tarjetas de crédito que permiten hacer compras a plazos dentro de un límite pueden resultar una herramienta muy útil a la hora de financiar tus compras. Sin embargo, deben utilizarse siempre de forma responsable, porque al igual que un crédito o préstamo son un producto financiero con intereses que implica deudas.
Una vez determinado el tipo de tarjeta, nuestro consejo es que compares entre los productos que ofrecen las principales redes. MasterCard y Visa son las más extendidas, pero otras como Diners Club y American Express cuentan con sus propias ventajas específicas.
Cuando tengas entre 3 y 5 tarjetas con nombre propio a la vista, dedícate a comparar detalles como:
- Si tienen comisiones, y a cuánto asciende su cuota de mantenimiento mensual o anualmente
- Si cobran cargos por emisión, renovación o duplicado en caso de pérdida o deterioro
- Cuál es su sistema de seguridad y cobertura en caso de robo
- En el caso de las tarjetas de crédito, cuáles son sus intereses en cada caso y si permiten adecuar el pago a tu situación en caso de necesitarlo. En este punto fíjate en el tipo de interés nominal máximo (TIN) que te cobrarán por pagos aplazados.
- Qué ventajas adicionales conllevan.
Pagar con tarjeta
Pagar con tarjeta de crédito es cómodo, seguro y fácil, gracias a la enorme red electrónica y los múltiples sistemas de seguridad que utilizan estos sistemas de pago. Por eso el número de usuarios de tarjeta de crédito no para de crecer, si bien no siempre contamos con toda la información para sacarle el mejor rendimiento a nuestras tarjetas.
Lógicamente a menudo nos preocupan los posibles gastos derivados de pagar con tarjeta, si bien en muchos casos ignoramos que los gastos de nuestra tarjeta bancaria se producen por el mero hecho de aceptarlas cuando se incluyen como parte de un acuerdo financiero más amplio.
En realidad, la mayoría de tarjetas repercuten los gastos por transacción sobre los comerciantes, y no sobre los consumidores, de manera que tenemos la sensación de que pagar con tarjeta “nos sale gratis”.
Por otro lado, se da la circunstancia de que pagar con tarjeta conlleva unas ventajas asociadas que muchos de sus usuarios desconocen. Estas ventajas pueden correr a cargo de la red de la tarjeta, o de la entidad (a menudo un banco) que la emite, y de manera general incluyen:
- Seguros, cobertura de urgencias y asistencia
- Suma de puntos para acceder a regalos
- Descuentos directos
Para los compradores online, pagar con tarjeta sobre todo cuando se trata de una tarjeta como Visa o MasterCard, tiene la gran ventaja de llevar asegurada una pasarela de pago fiable. Además estas tarjetas ofrecen cobertura ante robos y usos fraudulentos y otras ventajas específicas que veremos a continuación.
Tarjetas de crédito
Las tarjetas de crédito son un tipo de tarjeta bancaria que lleva asociada una línea de préstamo. Los límites del crédito de cada tarjeta dependerán de la solvencia que la entidad emisora reconozca sobre el titular de la tarjeta.
Presta los mismos servicios que una tarjeta de débito, pero tiene la gran ventaja de que además permite financiar las compras y aplazar los pagos. Este servicio conlleva unos límites de crédito (por transacción, al día y en total) y unos plazos para su devolución.
La principal diferencia entre pagar con una tarjeta de crédito o una de débito es que con la primera no necesitas disponer del dinero para poder comprar, lo haces “a crédito”. Luego, a final de mes o en el plazo que marque el contrato de la tarjeta, abonas los cargos y vuelve a comenzar el proceso.
También es posible configurar las tarjetas de crédito en modo de “pago total”, con cargos directos sobre el saldo disponible en la cuenta. Esto evitará los intereses que sí tienen los cargos a “pago aplazado”. Para las compras a crédito, es posible configurar los pagos a cuota fija (por ejemplo en varias cuotas mensuales) o devolviendo el pago total (por ejemplo el día 5 de cada mes).
Uno de los mayores inconvenientes de las tarjetas de crédito es que su uso implica intereses y comisiones. Por eso se trata de un producto financiero más exclusivo que las tarjetas de débito, y en consecuencia no se concede a todo el mundo.
Son las entidades financieras quienes determinan si aceptan o rechazan entregar una tarjeta de crédito a un cliente y en qué términos. Dependiendo del nivel de solvencia que estimen, fijarán unos límites máximos de crédito y también los intereses y plazos para devolverlo.
Tarjetas de débito
La tarjeta de débito es uno de los tipos de tarjetas bancarias más frecuentes, y a decir verdad el más extendido. Aunque generalmente llamamos “tarjetas de crédito” a todas las tarjetas, lo cierto es que en la mayor parte de los casos en realidad se trata de una tarjeta de débito.
Tarjeta de débito es un tipo de tarjeta bancaria asociada a una cuenta, y su saldo está limitado a lo que contenga esa cuenta. Entre sus principales funciones están:
- Hacer pagos, tanto en establecimientos físicas como online.
- Sacar dinero de cajeros
Una de las grandes ventajas de las tarjetas de débito es que descuentan automáticamente los gastos que hacemos con ellas de la cuenta bancaria a la que están asociadas. Cuando el dinero de la cuenta se acaba o no es suficiente para efectuar una transacción con la tarjeta de débito, simplemente el pago es rechazado.
Por lo tanto, el límite de una tarjeta de débito está en la cantidad total disponible en la cuenta. Pero por motivos de seguridad, la mayoría de tarjetas de débito tienen establecido un límite máximo de gastos al día. Esta es una protección efectiva contra comportamientos de riesgo por parte del titular, y sobre todo en caso de que la tarjeta sea sustraída o clonada.
Diferencia entre tarjeta de crédito y débito
La principal diferencia entre tarjeta de crédito y débito es la procedencia del dinero que utilizas para pagar con una y otra. En una tarjeta de débito se usa únicamente el dinero disponible en la cuenta bancaria asociada a la tarjeta, mientras que en una tarjeta de crédito los cargos se hacen sobre el crédito pre concedido por tu banco o entidad bancaria.
A efectos prácticos, la gran diferencia entre tarjeta de crédito y débito son las comisiones que deberás pagar siempre que compres a crédito. Es decir, además de los gastos por cargos hechos a tu tarjeta, la entidad emisora te cobrará unos intereses por el dinero que te ha prestado.
En realidad la diferencia entre tarjeta de crédito y débito no es tan estricta si se tiene en cuenta que muchas tarjetas de débito tienen opción de descubierto. Esto supone si se produce un cargo superior al saldo disponible, la entidad emisora estará dispuesta a cubrir la diferencia, pero te exigirá que regularices la situación ingresando dinero en tu cuenta antes de una determinada fecha, o igualmente comenzará a cobrarte intereses.
También sucede que muchas tarjetas de crédito funcionan inicialmente sobre el saldo disponible en su cuenta asociada, y solo comienzan a actuar realmente como tarjetas de crédito una vez que éste se agota. Cada tarjeta de crédito tienes sus propias condiciones, que afectan a su interés, límite de crédito total y diario, comisiones adicionales y día de cargo entre otras cosas.
Tarjetas prepago
Las tarjetas prepago no se pueden considerar propiamente entre los tipos de tarjetas bancarias, ya que no están asociadas a una cuenta bancaria.
La principal ventaja de las tarjetas prepago como método de pago está en su comodidad para el día a día y los escasos gastos que conlleva su uso. Se pueden utilizar para hacer compras online, controlar los gastos diarios y sacar dinero del cajero, y su uso no implica intereses.
Eso sí, su principal limitación es que su saldo está limitado a la cantidad con al que la recarguemos. Sin embargo, esto también puede ser una gran ventaja a la hora de:
- Controlar nuestro presupuesto, porque no permitirán superar el límite de gasto más allá del saldo disponible.
- Tener la seguridad de que en caso de robo o extravío, no podrán acceder a más dinero que el que contenga la tarjeta en ese momento.
Ten en cuenta que las tarjetas prepago no son gratuitas. Es posible que la empresa emisora te cobre una cuota por su emisión, o cierto porcentaje sobre determinadas compras o depósitos. A veces los consumidores no percibimos estos gastos, que las tarjetas cobran directamente a los establecimientos donde las utilizamos para pagar.
Otros términos para referirse a las tarjetas prepago son:
- Tarjetas monedero
- Tarjetas online
- Tarjetas recargables
Tarjetas revolving
Las tarjetas revolving se sitúan en el extremo contrario a las tarjetas prepago. Para entender cómo funcionan hay que pensar en cómo se afrontan los cargos de una tarjeta de crédito. Porque cuando utilizas el servicio de crédito de tu tarjeta bancaria, tienes dos opciones para hacer frente a la deuda que generas con el emisor de la tarjeta:
- Devolver el cargo total de tus compras y gastos con la tarjeta de crédito al mes siguiente.
- Hacer un pago aplazado o revolving.
El principal atractivo de las tarjetas revolving o de pago aplazado, es que son un tipo de tarjeta bancaria con el que puedes comprar y disponer de efectivo, aunque no tengas dinero en tu cuenta bancaria asociada. En definitiva, son tarjetas con una línea de crédito limitada, que vuelve a estar disponible para gastar a medida que devolvamos la deuda de la tarjeta.
Más que tarjetas para el día a día, son un tipo de producto financiero especialmente útil para financiar compras especiales. Cuando se contratan, es importante prestar atención a sus comisiones y el sistema de devolución que más nos interese:
- Tarjeta revolving con cuotas a pagar mes a mes, en el que se fijan el número de cuotas o meses entre los que se dividirá el pago del cargo.
- Tarjeta revolving con pagos en base a un porcentaje de la deuda. Esto es lo que se conoce como un pago revolving, para el que se establece una cuota fija mensual que dura hasta que se efectúe el pago completo y los intereses.
A diferencia de las tarjetas de débito, que algunos bancos ofrecen gratuitamente a sus clientes, las tarjetas revolving siempre conllevan unos costes en forma de:
- Cuotas
- Comisiones
- Tipo de interés
Por norma general, las tarjetas revolving resultan más caras que las tarjetas de crédito en las que el cargo se hace completo al mes siguiente, porque tienen unos intereses más altos.
Para la concesión de una tarjeta revolving la entidad emisora llevará a cabo un estudio de solvencia del solicitante. Si consideran que serás capaz de cumplir con los gastos que implican este tipo de tarjetas, te ofrecerán unos límites y un tipo de interés adaptados a tu situación económica.
Tarjetas de fidelización
Las tarjetas de fidelización son un tipo de tarjetas de comercio, es decir, emitidas por un comercio. Se trata de tarjetas de crédito que tienen detrás grandes cadenas comerciales y que implican unas ventajas especiales al realizar compras en sus tiendas. Esto puede repercutir en ventajas especiales como:
- El abono de un porcentaje de lo que gastas en ellas mensualmente (por ejemplo, te devuelven un 2% de tus gastos mensuales en gasolina).
- Descuentos por superar una cierta cantidad de gasto en una de sus secciones.
- Rebajas específicas para propietarios de la tarjeta del comercio.
- Acceso gratuito a algunos de los servicios del comercio.
- Obtención de regalos por sistemas de puntos.
- Financiación gratuita de las compras superiores a cierta cantidad.
Otras de las ventajas clásicas en tarjetas de fidelización son las millas aéreas, los puntos para pernoctar en hoteles… También pueden utilizarse para aplazar pagos, como por ejemplo no comenzar a pagar las compras de Navidad hasta febrero.
Las tarjetas de fidelización a menudo son tarjetas conocidas (VISA, MasterCard…) que en lugar de emitir un banco, emite una cadena de supermercados, grandes almacenes, aerolínea… Su funcionamiento básico es igual al de cualquier otra tarjeta de crédito o débito, pero con las ventajas exclusivas de uso en sus establecimientos. Hay tarjetas de fidelización de débito (con cargo automático a medida que gastamos), de crédito (con cargo al mes siguiente) y revolving (para pagos aplazados).
Algunos comercios ofrecen a sus clientes la opción de compra de tarjetas regalo en las que se puede cargar la cantidad de saldo que se quiera, para gastar en ese establecimiento. Son una excelente opción para hacer un regalo cuando no sabes cómo acertar o quieres regalar una parte de un regalo más grande sin tener que coordinarte con otras personas.
Tarjetas American Express
Como pionera junto a la Diner’s Club, la tarjeta American Express es una de las tarjetas más conocidas, si bien en España (1%) y Latinoamérica (9%) sus cuotas de mercado son escasas. Se trata de una tarjeta que en principio estaría enfocada a consumidores con un mayor poder adquisitivo, que ofrece ventajas para un estilo de vida con ocio y turismo y tiene beneficios adicionales para las compras en estos ámbitos.
Entre sus tarjetas están la Gold American Express, Platinum. American Express Meliá Rewards Gold y American Express Renfe. Las ventajas de American Express para los compradores de viajes, entretenimiento y experiencias gastronómicas incluyen promociones especiales dentro de su programa Membership Rewards.
En general, las tarjetas American Express tienen una consideración VIP y están particularmente pensadas para disfrutar de ventajas adicionales en las compras de ocio, turismo y restauración. También para aquellas personas que por cuestiones de trabajo necesitan viajar con asiduidad.
Por su perfil, y por otras circunstancias como que precisan de una terminal diferente para los pagos y cobran comisiones más altas a los comercios, las tarjetas American Express se aceptan en bastantes menos establecimientos que sus competidoras Visa y MasterCard. Pero aun así tienen una presencia consolidada en todo el mundo y están disponibles entre los métodos de pago ofertados en la mayoría de:
- Hoteles
- Aerolíneas
- Tiendas de alto nivel
- Aeropuertos
La mayoría de tarjetas American Express son tarjeta de crédito con cargo a fin de mes (no de débito), lo que también supone un sesgo en el perfil del cliente que las utiliza y limita su uso para las economías del día a día.
Uno de sus puntos más fuertes, además de los múltiples beneficios adicionales que prestan, es su sistema preventivo anti fraudes, capaz de detectar rápidamente compras o movimientos de efectivo sospechosos. A cambio de todo esto, es prácticamente imposible encontrar una tarjeta American Express sin costes.
Tarjetas MasterCard
Las tarjetas MasterCard son las más usadas por la mayoría de gente, en conjunto con su versión de débito Maestro y su línea de tarjetas prepago. Actualmente hay más de 2.500 millones de tarjetas MasterCard funcionando por todo el mundo. Están presentes en 210 países y se estima que son aceptadas en más de 50 millones de establecimientos diferentes.
Algunas de las ventajas adicionales ofrecidas por MasterCard Tarjetas:
- Seguros adicionales al realizar algunas de tus compras con tarjetas MasterCard, contratar viajes o alquilar vehículos.
- Pasarela de pago MasterCard Secure Code, con sus propias medidas de seguridad implementadas
- Opción de anticipo de efectivo en caso de urgencia por robo
- Garantía extendida para algunas compras
- Protección adicional en caso de robo, sustracción o uso de datos para compras sin nuestro consentimiento.
Para la mayoría de usuarios de tarjetas de crédito y débito, MasterCard ofrece las mejores condiciones en compras del día a día, porque tienen una amplia gama de tarjetas disponibles y es aceptada mayoritariamente en todo tipo de establecimientos.
Es el tipo de tarjeta bancaria que los bancos suelen incluir cuando abrimos una cuenta, así que se da la circunstancia de que muchas de las personas titulares de una MasterCard no han elegido su red y desconocen sus beneficios complementarios.
Tarjetas Visa
Las tarjetas Visa están presentes en 175 países y son aceptadas en más de 30 millones de comercios. Visa comercializa tanto tarjetas de débito (Electrón, Debit Classic, Gold Debit, Platinum, Debit Signature y Debit Infinite) como de crédito (Classic, Gold, Platinum, Signature, Infinite). Entre sus ventajas adicionales están:
- Mayor aceptación a nivel internacional
- Mayor red comercial para pagos electrónicos
- Seguros adicionales al abonar el pago de servicios y hacer compras con Visa Tarjetas
- Pagos protegidos
- Sistema Visa Checkout para evitar rellenar formularios de compra con los datos de tu tarjeta Visa
La Tarjeta Visa resulta particularmente interesante para personas que se mueven entre diferentes países, compran a crédito y necesitan una seguridad adicional en sus transacciones y en caso de robo. Actualmente Visa tiene la red de pagos electrónicos más extendida en el mundo, y en muchos países es la tarjeta bancaria que mayor cantidad de dinero mueve cada año.
Diferencias entre Visa Card, MasterCard y American Express
Actualmente las tres principales marcas de tarjetas son Visa, Master Card y American Express. Sus porcentajes de uso varían dependiendo del país, pero son los tres tipos de tarjetas mayoritariamente aceptados en todo el mundo.
Corresponden a tres marcas comercializadoras de sistemas de procesamiento de pagos, y no a bancos propiamente, como creen muchos usuarios. Se trata de empresas dedicadas al desarrollo de protocolos de procesado de pagos entre compradores, tiendas y entidades bancarias.
Su beneficio está en las comisiones que cobran a las entidades que les permiten comercializar su marca, los consumidores que utilizan su red y los comercios a los que facilitan sistemas de cobro alternativos al efectivo.
Las diferencias entre Visa Card, MasterCard y American Express son pocas, pero importantes.
Básicamente residen en el modelo de negocio de cada una de estas marcas, enfocado a cubrir la red más extensa posible (Visa y MasterCard) y un tipo de estilo de vida (American Express).
Para los consumidores, estas diferencias afectan sobre todo al tipo de uso que haces de tu tarjeta de crédito, aunque también oscilan en sus porcentajes y cuotas, dependiendo del tipo de tarjeta que escojas dentro de la gama de cada marca:
- Expedición de las tarjetas: mientras que American Express es el emisor de sus propias tarjetas, Visa y MasterCard comercializan sus marcas mediante acuerdos con entidades financieras, que son las que realmente emiten las tarjetas.
- Comisiones por cambio de divisa. Algunas tarjetas Visa no tienen comisión por cambio de divisa.
- Red de cajeros más amplia. MasterCard, y sobre todo Visa, funcionan en la mayoría de cajeros.
- Mayor presencia internacional, por este orden: MasterCard, Visa y American Express.
- Opción de tarjetas de débito y tarjetas prepago, solo disponible con MasterCard.
- Costes de mantenimiento y comisión de emisión más bajas para los consumidores: Visa y MasterCard suelen ser más baratas que American Express.
- Comisiones más altas para los comercios, que mientras en el caso de Visa se sitúan entre el 1,43-2,4%, con MasterCard suben hasta entre el 1,55-2,6% y para American Express entre el 2,5-3,5%.
- Mayor número de coberturas en seguros: American Express ofrece más y mejores seguros frente a emergencias o accidentes.
- Más ventajas exclusivas para sus socios: American Express tiene un sistema de puntos, descuentos y recompensas, además de ventajas como accesos VIP, asistencia en viajes…
Una de las diferencias entre Visa Card, MasterCard y American Express más importantes está en que, como explicábamos al comienzo, mientras que las dos primeras son marcas comercializadas por múltiples entidades financieras y bancarias, American Express sí tiene una entidad bancaria propia tras de sí. Esto hace que presente algunas particularidades pero también reduce su presencia.
Preguntas frecuentes sobre Tarjetas
¿Qué es una tarjeta bancaria y para qué sirve?
Si te estabas preguntando qué es una tarjeta bancaria y para qué sirve, la respuesta es fácil: se trata de un sistema de pago personal que funciona cargando pagos a una cuenta asociada. La mayoría son tarjetas emitidas por bancos a sus clientes, pero también hay otras entidades financieras que las emiten.
Su principal característica es que te permiten pagar sin necesidad de llevar efectivo y están aceptadas en una gran cantidad de comercios y establecimientos físicos y online. Pueden utilizarse para pagar a crédito pero también limitarse a la cantidad disponible en la cuenta asociada. Y por supuesto también para retirar efectivo desde un cajero automático.
¿Cuáles son los tipos de tarjetas bancarias?
El lenguaje coloquial ha creado una cierta confusión sobre cuáles son los tipos de tarjetas bancarias disponibles, porque de manera general nos referimos a ellas como tarjetas de crédito. En realidad, dependiendo de si pagan mediante recarga, utilizando el saldo disponible en la cuenta o sobre un crédito preconcedido por la entidad emisora de la tarjeta, existen:
1. Tarjetas prepago o monedero
2. Tarjetas de débito
3. Tarjetas de crédito
Además, existen numerosas marcas de tarjetas diferentes, y también varios tipos de tarjetas de crédito que se diferencian unas de otras en sus límites, cuándo se pasan y el tipo de créditos que conceden o a quién van dirigidas (para jóvenes, sennior, premium…)
¿Qué es una tarjeta bancaria y no bancaria?
Para comprender qué es una tarjeta bancaria y no bancaria basta con saber si el emisor de la tarjeta es un banco u otra entidad financiera. Las tarjetas bancarias son emitidas por bancos a sus clientes, asociadas a las cuentas bancarias que éstos tienen en su entidad.
Las tarjetas no bancarias son aquellas que emiten otras entidades financieras diferentes al banco en que está la cuenta asociada a la tarjeta. También se consideran tarjetas no bancarias las tarjetas prepago o monedero, que no están vinculadas a ninguna cuenta bancaria y simplemente se recargan cuando se termina su saldo.
¿Cómo funciona una tarjeta bancaria?
Lo fundamental para comprender cómo funciona una tarjeta bancaria es saber de dónde sale el dinero para los pagos de la tarjeta. Al estar vinculadas a cuentas bancarias, las tarjetas de crédito bancarias cobran de ahí (de forma automática o aplazada) el importe de tus gastos con tarjeta.
Al “pasar” la tarjeta, la pasarela de pago informa a tiempo real de la transacción, y utiliza sus datos para cargarla a la cuenta asociada en el banco. Para las tarjetas virtuales, en realidad se trata de generadores de códigos válidos para una única transacción. No tienen un soporte físico y están pensadas para hacer pagos seguros online.
Todo lo que necesitas saber sobre tarjetas
- Las tarjetas bancarias son documentos personales, con un titular que es quién está autorizado a utilizarlas y debe firmar la parte posterior de su plástico.
- Es tu responsabilidad proteger los datos de tu tarjeta, para que no puedan ser utilizados por terceros malintencionados.
- Si no te fías del establecimiento en el que vas a hacer un pago, o de la pasarela que utilizarás para efectuarlo, lo mejor es utilizar una tarjeta prepago.
- Además de los intereses, las tarjetas bancarias pueden llevar aparejados otros gastos adicionales por comisiones.
- Las tarjetas bancarias tienen determinada su divisa. Si sacas dinero en un cajero extranjero o haces pagos en una moneda diferente, la entidad emisora puede cobrarte una comisión por cambio de divisa. Para evitarlo necesitarás una tarjeta prepago multidivisa, que se puede configurar en varias monedas diferentes.
- Algunos tipos de tarjetas de crédito y en particular las tarjetas revolving, pueden incluir requisitos más estrictos que el resto. Entre ellos pueden estar la edad (por ejemplo, para mayores de 25 años) o los ingresos demostrables.
- Las retiradas de efectivo y las consultas de saldo (incluso aunque no llegues a sacar dinero) en cajeros de entidades bancarias diferentes a la emisora de tu tarjeta conllevan cargos adicionales.
- Aunque muchas personas no eligen su tarjeta (porque el banco se la asigna como parte del contrato de un producto que la incluye) es interesante conocer las ventajas asociadas a su red de pagos.
- Las tarjetas pueden conllevar costes de mantenimiento que repercuten en nuestra economía incluso si no las utilizamos, por lo que conviene conocer sus condiciones y, si no compensa, rechazarlas.